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Imbolc, Imbolc, Imbolc Mujer celta, mujer guerrera, una mujer iniciada.

Encarnada en la diosa Brigantia (Brigit), quien preside la festividad de Imbolc, la mujer celta es una mujer libre, iniciada, guerrera y orgullosamente enamorada.




La mujer celta constituye un caso único en la historia antigua. Ya sea gaélica, de Irlanda, bretona de Inglaterra o gala, las mujeres tienen derechos y obligaciones similares a los de los hombres. La igualdad de los sexos es evidente, tanto en la política como en la guerra. Los Celtas crearon la paridad.


Las fuentes irlandesas, aunque transcritas tardíamente, aportan a través de los grandes ciclos legendarios, informaciones al respecto. En esos textos, es posible deducir la existencia de una casta de mujeres sin duda a la vez combatientes y druidesas, adivinadoras también, encargadas de la iniciación militar y sexual. Evocadas en la historia de Cuchulainn llevan nombres simbólicos inquietantes: Scatach la Aterradora, Uatach Terrible entre todas.


¿Es tan asombroso en una sociedad donde la divinidad guerrera es una diosa llamada Bodh, la Victoria, o Morrigan? Están dotadas de poderes mágicos, que no deben oscurecer la existencia indiscutible de su orden sagrada y militar.


Jean Markalle, gran especialista en cultura celta, escribe: “Los romanos veían en la mujer una reproductora y un objeto de placer, mientras que los druidas asociaban a la mujer con la vida política y religiosa de su pueblo. Comprendemos, pues, la amenaza que suponía para el orden romano el pensamiento subversivo de los celtas”.


Efectivamente, los romanos en la conquista se asustaron con estas mujeres libres que defendían a sus familias, sus tierras, su gente. Escribieron muchos testimonios sobre aquellos que encontraron tan salvajes y bárbaros.

Y si Roma integró a los pueblos en el Imperio, no era necesario que esta libertad femenina diera ideas a las mujeres romanas, tratadas como bienes muebles. Por tanto, la cultura celta fue sistemáticamente destruida y reemplazada por una forma de vida romana. La iniciación druídica era la fuerza de las mujeres celtas. Los druidas y las druidesas fueron pues eliminados...


EL PODER DE LA MUJER CELTA


La mujer celta tenía un poder que parecería colosal incluso para las mujeres "liberadas" de hoy. Los celtas respetaban mucho su fertilidad, su poder para regenerar la vida. Además, cada mujer era la encarnación de la diosa madre, de la Tierra. Verdadera divinidad original, siempre fue escuchada, respetada y protegida. Muchas druidesas jugaron un papel importante, especialmente en la política gracias a sus facultades de clarividencia y magia. Esta visión de la mujer proviene directamente de la mentalidad ancestral de los pueblos celtas. Este último echó raíces en la noche de los tiempos.


Los celtas se consideraban seres espirituales que vivían en la Tierra. Este mundo terrestre estaba regido por un principio femenino omnipresente: Dana, la diosa madre. La mujer era pues reina en este mundo, que se denominaba también "Tierra de Mujeres" o "Tierra de las Hadas". El hombre era sólo un viajero, un visitante. En el estado de este estado de espíritu la sociedad celta no podía apartarles del poder mientras que se vivía en un mundo femenino en esencia. También debemos recordar que fue la mujer celta quien legó a la Europa cristiana el mito del amor puro y magnífico, absoluto y libremente elegido, por las leyendas artúricas, pero también las de Tristán e Isolda, de Deirdre y Naisi.

Está claro que la mujer celta es realmente la representación de ese ideal de belleza, coraje y fidelidad (muchas de ellas preferirán la muerte antes que sobrevivir a la de su amante), que animaba el mundo y el espíritu de los celtas en general, hombres y mujeres.


Festejemos esta Ceremonia de Imbolc 2022 con el pensamiento puesto en todas las diosas vivientes: Hijas, Madres y Abuelas que nos dieron la Vida, la Fuerza y la Libertad.





Feliz IMBOLC!!!


Archidruida José Luis Nuag

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